Barcelona cerrará dos de sus terminales de cruceros

Barcelona cerrará dos de sus terminales de cruceros

ESPAÑA.- El puerto de cruceros de Barcelona, España, cerrará dos de sus terminales como parte de las medidas para combatir el problema del turismo excesivo.

El cierre, que reducirá el número de terminales operativas a cinco cuando entre en vigor el próximo año, forma parte de un acuerdo con el Ayuntamiento de Barcelona, anunciado en un comunicado el viernes.

El acuerdo también financia un estudio para evaluar cómo se desplazan los pasajeros de cruceros por la ciudad, lo que, según el Ayuntamiento, constituye un primer paso en el desarrollo de un plan de movilidad sostenible.

Además, el acuerdo implicará la modernización de la infraestructura portuaria para que las operaciones de cruceros sean más sostenibles; por ejemplo, permitiendo que los barcos se conecten a una fuente de energía verde en tierra mientras están atracados, lo que permite apagar sus motores y reducir las emisiones.

En total, el plan supondrá una inversión público-privada de 185 millones de euros (US$ 216 millones), según el comunicado del ayuntamiento.

Forma parte de una iniciativa más amplia para afrontar la presión del turismo excesivo en la ciudad, donde la oposición local al turismo de masas ha ido en aumento en los últimos años, incluyendo una famosa protesta en julio de 2024 en la que se roció a los visitantes con pistolas de agua.

La popularidad de Barcelona entre los turistas ha generado quejas entre los residentes sobre la masificación y la falta de vivienda asequible, ya que los apartamentos se destinan a alquileres vacacionales de corta duración.

En 2024, el Puerto de Barcelona, el mayor puerto de cruceros de Europa, registró 1,6 millones de pasajeros de cruceros en tránsito.

La mayoría desembarca cuando sus barcos atracan por la mañana, recorre la ciudad y regresa al final de la tarde para zarpar hacia su próximo destino, según informó la oficina de prensa del Consorcio de Turismo de Barcelona en marzo.

El acuerdo del viernes es el último de una serie de iniciativas para reducir el impacto del turismo de cruceros.

En octubre de 2023, Barcelona cerró su terminal portuaria norte al tráfico de cruceros, tras un acuerdo con las autoridades locales para alejar los barcos de la ciudad.

Esta medida se produjo tras un acuerdo de 2018 entre las autoridades portuarias y el ayuntamiento para “desplazar la actividad de cruceros fuera de las zonas urbanas… haciéndolas más sostenibles”, según informaron las autoridades portuarias en un comunicado en aquel momento.

También como resultado del acuerdo de 2018, el puerto cerró otra terminal de cruceros, el Maremagnum, y la zona ahora alberga restaurantes, bares, un club náutico y un puerto deportivo, un acuario y un centro comercial.

Notas Relacionadas