ESPAÑA.- Casi cada mes se bate un nuevo récord de turismo en España. Las cifras no dejan de subir para beneficio de unos y desconsuelo de otros. Y ha vuelto a pasar una vez más.
Este lunes, el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado un nuevo dato que hace techo: el país en su conjunto recibió 25,6 millones de turistas extranjeros en los primeros cuatro meses del año, un 7,1 % más en comparación con el mismo periodo de 2024. Por número de visitas solo en abril, Cataluña corona el ranking con el 20,3% del total (1.739.724 millones de turistas), seguida de Andalucía con el 16,2% (1.388.579 personas) y Baleares con el 15,8% (1.357.216 viajeros).
Los números se ven desde otra perspectiva si se tiene en cuenta el espacio. Andalucía, la segunda comunidad autónoma en tamaño con 87.268 kilómetros cuadrados, acogió casi la misma cifra de turistas que Baleares, la más pequeña con 4.992 km². Este goteo constante de turistas ha llenado el vaso. Las cuentas han dejado de salirles a los vecinos de las islas, que como el verano pasado, ya han planificado un calendario de protestas para exigir un modelo de turismo diferente.
Este año, la marcha encabezada por ‘Menys Turisme, Més Vida’, la plataforma que vertebra a las asociaciones que buscan poner límites al turismo en Mallorca, empieza el domingo 15 de junio. Pero en este caso no van solos. Se trata de una movilización que tendrá lugar de forma simultánea en otras ciudades del sur de Europa, como Nápoles, Valencia, Lisboa o Barcelona, bajo la Red de Ciudades del Sur de Europa contra la Turistificación. Son decenas de puntos en el mapa separados por kilómetros de distancia pero unidos por una realidad sin fronteras.
De esta manifestación, que esperan que sea multitudinaria, se ha hecho eco la prensa de Reino Unido, el principal país emisor de turistas, según los datos del INE. Durante los primeros cuatro meses del año, mantuvieron su hegemonía en la lista con más de 4,7 millones de visitantes.
“Here we go again! Defiant Majorcans vow this year’s summer holiday protests will be bigger than last years as the mass tourism from Brits is making their lives ‘unbearable’” (¡Aquí vamos de nuevo! Los desafiantes mallorquines prometen que las protestas de las vacaciones de verano de este año serán mayores que las de los años pasados, ya que el turismo masivo de los británicos les está haciendo la vida “insoportable”), titulaba el Daily Mail un artículo que publicó el pasado sábado. En el texto, detallan las razones que han llevado a los mallorquines, así como a los españoles de otros puntos turísticos de España, como Barcelona, Málaga o Canarias, a sumarse a estas protestas. Sin embargo, lo llamativo no está en lo que redactan las periodistas que firman, sino en los comentarios de los lectores.
“¡Déjalos que lo hagan! Pronto chillarán cuando el país quiebre”, dice uno de los mensajes, que sigue la línea que la crítica de los casi 200 comentarios que acumula el artículo. Otro ofrece una vuelta a los orígenes como alternativa: “Por el amor de Dios, no vayáis a ninguno de sus territorios. ¡Que sus ciudadanos vuelvan a montar en burro, luchar contra molinos de viento y cultivar melones!”. “Destruye el turismo en España y luego todos sus desempleados pueden venir al Reino Unido y tomar trabajos mal pagados”, añade otro.
A pesar de la mayoría expresan opiniones contrarias hacia las protestas, hay quienes entienden las razones que han llevado a los vecinos de las islas a pedir un cambio de sistema. “Con una población mundial en crecimiento y más personas que tienen la capacidad de tomar unas vacaciones en el extranjero, junto con vuelos baratos, creo que los problemas aumentarán. Los destinos solo pueden hacer frente a tantos antes de que los lugareños se sientan abrumados, el transporte y los servicios tengan dificultades, etc. Es triste que tenga que convertirse en una protesta, pero la frustración es comprensible”, afirma uno de ellos.