La nueva lengua del dinero

La nueva lengua del dinero

Cientos de bancos abandonan MT para adoptar ISO 20022.

El 22 de noviembre de 2025 marcó un parteaguas histórico en la infraestructura financiera global. Ese día, la red SWIFT dio por concluido el periodo de coexistencia entre su antiguo sistema de mensajería —conocido como “MT” (Message Type) — y el nuevo estándar ISO 20022. Más de 11 mil instituciones financieras en más de 200 países completaron la migración, dejando atrás décadas de uso de mensajes MT para pagos transfronterizos.

¿Qué era el sistema MT?

Desde hace décadas, el formato MT fue la columna vertebral de los mensajes interbancarios globales: instrucciones de pago, transferencias, confirmaciones, liquidaciones. Cada “mensaje MT” codificaba la información mínima para completar una transacción: remitente, beneficiario, monto, divisa, banco intermediario. Su simplicidad lo volvió universal, pero también limitado.

¿Qué ofrece ISO 20022?

ISO 20022 representa una nueva generación de mensajería financiera: un lenguaje basado en XML que permite transmitir datos altamente estructurados —no solo quién envía o recibe, sino propósito del pago, detalles comerciales, referencias, identificación precisa de beneficiarios, metadatos de cumplimiento, y más. Gracias a eso, los pagos internacionales gana­rán en eficiencia, trazabilidad, transparencia, monitorización automática y posibilidad de automatizar conciliaciones, procesos de cumplimiento (AML/KYC) y reportes.

Aunque la transición se anticipó desde 2023, la fecha del 22 de noviembre actúa como un salto definitivo: ya no habrá “puente” MT —todas las instrucciones de pago internacionales deberán enviarse en formato ISO.

Blockchain, CBDC y el nuevo contexto monetario

Este cambio no ocurre en el vacío. ISO 20022 llega justo cuando el sistema financiero global explora monedas digitales de bancos centrales (CBDC), stablecoins reguladas y redes de pago basadas en blockchain. Esa estructura —mensajes estructurados + interoperabilidad + estándares globales— permite que los rails tradicionales bancarios puedan coexistir con los nuevos esquemas tokenizados de valor.

De hecho, SWIFT ya anunció proyectos piloto para conectar su red con soluciones de ledger compartido, lo que apunta hacia una arquitectura híbrida donde finanzas tradicionales (TradFi)criptomonedas reguladas y CBDC compartan infraestructura común.

¿Qué significa este cambio para el panorama económico global y empresarial?

La migración a ISO 20022 redefine los cimientos del dinero digital. Para bancos, empresas exportadoras, instituciones financieras, fintechs y corporativos que operan a nivel internacional, las implicaciones son profundas:

  • Eficiencia operativa: pagos transfronterizos más rápidos, menos errores, conciliaciones automáticas.
  • Mayor transparencia y cumplimiento normativo: datos estructurados facilitan controles AML/KYC, auditorías y trazabilidad de fondos.
  • Interoperabilidad con nuevas tecnologías: permite integrar stablecoins, CBDC o activos tokenizados con menor fricción.
  • Competitividad regional: países/mercados que adopten rápido podrán atraer mayor IED, inversiones internacionales y operaciones globales.

Para quienes operan en México o Latinoamérica, representa una ventana para modernizar operaciones financieras, abrir nuevos canales de exportación, optimizar flujo de caja y reinventar el acceso a mercados globales.

Lado positivo y desafíos latentes

Ventajas reales

  • Estabilidad en pagos internacionales: menor riesgo de errores, rechazos o demoras.
  • Transparencia y cumplimiento regulatorio: crucial en un contexto global con creciente escrutinio sobre lavado de dinero y delitos financieros.
  • Base técnica para innovaciones: CBDC, stablecoins, tokenización de activos, pagos 24/7, fintechs globales.
  • Competitividad mejorada: empresas con procesos adaptados tendrán ventaja frente a competidores que operan con métodos “legacy”.

Retos y posibles efectos adversos

  • Costos de migración: bancos y corporativos deberán actualizar sistemas, capacitar personal, adaptar procesos.
  • Riesgo de exclusión de jugadores rezagados: entidades pequeñas o países con baja infraestructura podrían quedar fuera del nuevo flujo global, perdiendo acceso a pagos internacionales eficientes.
  • Privacidad y centralización: datos extensos por transacción pueden aumentar la vigilancia, exposición a ciberataques o uso indebido de información financiera.
  • Dependencia tecnológica: la interoperabilidad con blockchain o CBDC implica riesgos regulatorios, tecnológicos y de gobernanza global.

Conclusión

El 22 de noviembre de 2025 no fue una fecha más en el calendario financiero global: marcó el fin del legado MT y el nacimiento de un sistema financiero mundial modernizado. ISO 20022 no es solo una actualización técnica —es la base de una nueva era: datos estructurados, pagos inteligentes, interoperabilidad entre sistemas tradicionales y emergentes, y un terreno fértil para fintech, CBDC y stablecoins.

Pero como todo cambio estructural, no garantiza éxito automático. El beneficio real dependerá de qué tan bien bancos, empresas y reguladores logren adaptarse, mantener gobernanza, proteger datos y aprovechar las nuevas posibilidades.

Para el mundo empresarial, ISO 20022 representa un campo de juego redefinido. Para quienes entiendan la dimensión del cambio y actúen con estrategia, puede significar salto competitivo. Para quienes lo vean como un simple trámite, el riesgo es quedarse rezagados.

El futuro de los pagos globales ya cambió el idioma del dinero. Ahora, el reto es hablarlo con claridad, velocidad e inteligencia.  

Notas Relacionadas