Turismo regenerativo, viajar para dejar huella positiva

Turismo regenerativo, viajar para dejar huella positiva

CIUDAD DE MÉXICO.- A un lado, las aguas tranquilas del golfo Dulce. Al otro, la inmensidad del océano Pacífico. En medio, una de las áreas de mayor intensidad biológica del mundo: la península de Osa, en Costa Rica. En sus poco más de 1.700 kilómetros cuadrados, viven 375 especies de aves, 124 de mamíferos (incluyendo los monos araña, aullador, tití y capuchino) y 8.000 especies de insectos; y crece uno de los bosques de lluvia más aislados e intactos de América Central. Su conservación no solo se debe a su difícil acceso, sino también a las medidas de protección implementadas durante los últimos 50 años. Estas han cristalizado en el parque nacional Corcovado, el más extenso del país.

El Corcovado atrae a miles de turistas cada año. Turistas que, desde hace un lustro, pueden contribuir también a extender las fronteras de la biodiversidad. Cerca del límite norte del parque, lo que una vez fueron potreros de ganadería se ha transformado en un proyecto de turismo regenerativo inspirado en la investigación y la conservación de los recursos naturales de la península de Osa: la estación biológica La Cotinga. Cuenta con 48 hectáreas para el desarrollo de investigaciones científicas y 97 hectáreas de bosque en regeneración, así como un jardín botánico dedicado a especies en peligro de extinción y alojamiento para hasta 28 personas.

En La Cotinga, los visitantes pueden disfrutar de la belleza natural de la península de Osa y acceder al parque de Corcovado, pero también contribuyen directamente a su conservación y a la mejora de los ecosistemas. Este es solo uno de los muchos proyectos de turismo regenerativo que están surgiendo alrededor del globo, proyectos que impulsan una forma diferente de viajar que va más allá de los enfoques tradicionales del turismo para promover la regeneración de los ecosistemas y las comunidades locales a través de actividades responsables y conscientes.

¿Qué es el turismo regenerativo?

Según datos de la Organización Mundial del Turismo, 1.400 millones de personas viajaron como turistas a otro país distinto del que residen durante 2024. Los números del turismo no dejan de crecer (ya se han recuperado los niveles de viajeros anteriores a la pandemia) y, con ellos, también se multiplica su impacto. Cada vez más personas son conscientes de su huella en los lugares que visitan y quieren alternativas: el 79 % de la comunidad viajera quiere viajar de manera más sostenible, aunque más de la mitad cree que las opciones más sostenibles son demasiado caras, de acuerdo con un informe de la plataforma Booking.

En este contexto, la industria turística ha empezado a ofrecer opciones para viajar de forma sostenible y productos y servicios que son responsables con el entorno y quienes lo habitan. Sin embargo, el concepto de turismo regenerativo va más allá. “El turismo regenerativo aboga por un cambio de sistema a largo plazo, un cambio que va más allá de la sostenibilidad y que tiene que ver con la relación que tenemos con nosotros mismos, entre nosotros y con el medioambiente”, explica Luciana De Lamare, cofundadora y presidenta del Instituto Aupaba, una ONG que quiere convertir el turismo en una herramienta de transformación social y económica promoviendo acciones para el desarrollo y la regeneración.

Así, de acuerdo con la definición del Instituto Aupaba, el turismo regenerativo es un enfoque del turismo que busca promover la regeneración de los ecosistemas y las comunidades locales a través de actividades turísticas responsables y conscientes. Inspirado en las ideas de cultura regenerativa de Daniel Christian Wahl, este enfoque implica a los viajeros, a los destinos y a las empresas del sector en un cambio transformador construido sobre tres pilares:
Pilar ecológico. El turismo regenerativo debe adoptar prácticas como la conservación de la biodiversidad, la gestión sostenible de los residuos o el uso de energías renovables.

Pilar social. El turismo regenerativo debe diseñarse para beneficio de las comunidades locales y de su patrimonio.
Pilar económico. El turismo regenerativo debe ser sostenible desde el punto de vista financiero y los beneficios económicos deben revertir en las comunidades locales y los ecosistemas.

“El camino para adentrarse en esta transformación siempre parte de uno mismo, de la consciencia de nuestros impactos y de la responsabilidad sobre nuestras acciones”, explica De Lamare. “El primer paso creo que es comprender que todo destino tiene una cara buena y una cara mala y que no todo va a ser siempre maravilloso”.

De acuerdo con el Instituto Aupaba, estos son los pasos clave para elegir un destino de turismo regenerativo:

Investigar sobre el destino y sus prácticas regenerativas y sostenibles.
Verificar la existencia de certificaciones y sellos de sostenibilidad reconocidos.
Evaluar el impacto ambiental del viaje o de la actividad, valorando las acciones enfocadas en conservar la biodiversidad, reducir el consumo de recursos naturales o promover el reciclaje de residuos.
Considerar el retorno a la comunidad local y la puesta en valor de su cultura y su patrimonio.
Verificar la sostenibilidad de la infraestructura atendiendo a aspectos como el uso del agua o de la energía.
Apoyar el comercio justo y la producción local.
Explorar las opciones de transporte sostenible en el destino, reduciendo la dependencia de vehículos motorizados.
Involucrarse en actividades de voluntariado social o ambiental con entidades locales.
Buscar destinos que ofrezcan información transparente y clara sobre sus prácticas sostenibles.
Valorar la existencia de programas de educación ambiental para turistas.

“En la cadena productiva del turismo, cada uno tiene sus expectativas y sus retos, desde los gobiernos hasta los operadores y los propios turistas. Pero creo que lo más interesante del enfoque del turismo regenerativo es que parte del desarrollo de uno mismo para lograr una transformación que sea justa, inclusiva y sostenible con el territorio”, concluye Luciana De Lamare. “El gran reto último es lograr que toda la cadena del sector turístico empiece a crear un impacto positivo”.

Notas Relacionadas